¿Debería rendirme o seguir persiguiendo imposibles?

Este título es una aproximación a la traducción del estribillo de la canción "Chasing Pavemets", de Adele. Esta expresión significa, según Urban Dictionary, "Una actividad infructuosa. Tratar de conseguir algo que está destinado al fracaso, tendiendo a resultar en falsas esperanzas."

¿Y por qué arrancar esta entrada con semejante bajón? Porque por los últimos 6 a 8 meses esta sensación de desorientación, falta de objetivos e inhabilidad para enfocarme hicieron que persiguiera actividades infructuosas. Pero mi intención es cambiar esta tendencia y corregir el rumbo.

Esta semana volví a publicar contenido en mis redes. La última vez que había subido una foto a Instagram fue en Abril (estamos en Agosto). Y sí, ya sé que me fui y volví varias veces, que amagué a sostener una regularidad de presencia y contenido que luego no pude sostener. Es por eso que en esta ocasión no quiero hacer ninguna promesa que no pueda cumplir. No puedo prometer qué contenido voy a estar publicando acá, ni en Instagram, Threads o Twitch, ni con qué frecuencia lo estaré haciendo. Pero lo que sí puedo prometerles (a ustedes queridos lectores y a mí misma) es que voy a dar lo mejor que tengo, y hacer lo mejor que pueda.

Siempre sostuve en mi canal: "se hace lo que se puede con lo que se tiene". Esta frase siempre referida a que no es necesario tener gran cantidad de materiales o comprar las marcas que son populares, para lograr crear algo bonito en nuestros cuadernos. Se trataba de invitar a la creatividad, alimentada por el ingenio de buscarle la vuelta a lo que nos falta. Sin embargo, hace un rato largo largo que siento que tengo muy poco. ¡Y no estoy estoy hablando de papelitos y stickers! (aunque de esos nunca se tienen suficientes).

No, estoy hablando de lo que tengo en mí, ya sea energía, motivación, inspiración, determinación, disciplina, consistencia... siento que se me agotaron hasta mis últimas reservas. Y por eso me rendí, abandoné todo lo que me gustaba, el bullet journal, escribir ficción, dibujar, tocar el piano, hacer manualidades, streams en Twitch.

Pero amo tanto el arte en todas sus formas y no quiero dejarlo. Por más que hay días en los que mi cuerpo a duras penas puede arrastrarse para salir de la cama, no quiero dejarlo. Por más que me siento frente a mi escritorio, con todos los materiales a la mano y no puedo mover un dedo, no quiero dejarlo. Pero tampoco puedo hacerlo. Y así el ciclo se reinicia una y otra vez por días que se convierten en semanas, que se convierten en meses... quiero volver a hacer arte, quiero volver a entrar en contacto con mi creatividad.

Por último, y para que no sea tan bajón esta entrada, quiero dejar algo en un tono más positivo. No sabría cómo llamarlo, quizá sea una reflexión, un llamado de atención, un empujón para dar ese primer paso que me saque de la calesita en la que estoy atascada hace meses. Así que les comparto este pequeño ensayo de Strangest Loop.

Prepararse para hacerlo, no es hacerlo.

Agendar el tiempo para hacerlo, no es hacerlo.

Hacer una lista de tareas para hacerlo, no es hacerlo.

Decirle a la gente que vas a hacerlo, no es hacerlo

Enviar mensajes a amigos que pueden o no estar haciéndolo, no es hacerlo.

Escribir un pedazo de tweet (o thread) sobre cómo vas a hacerlo, no es hacerlo.

Odiarte por no hacerlo, no es hacerlo. Odiar a otros que lo han hecho, no es hacerlo. Odiar a los obstáculos en el camino, no es hacerlo.

Fantasear con la adoración que recibirás por hacerlo, no es hacerlo.

Leer sobre cómo se hace, no es hacerlo. Leer sobre cómo otros lo han hecho, no es hacerlo. Leer este ensayo no es hacerlo.

Lo único que es hacerlo, es hacerlo.

Siento que no puedo, pero voy a hacerlo de todas formas.

Como siempre, estoy mega agradecida con todos los que me siguen y me apoyan (a pesar de los hiatus). Gracias por tenerme paciencia, gracias por acompañarme y por contarme sus experiencias, gracias por ser parte de este proyecto.

¿Alguna vez atravesaron una etapa de desmotivación? Los leo en los comentarios.