Cómo organizarte para estudiar mejor
- Pandi Tips
- 26 mar 2020
- 6 Min. de lectura
Seguramente te encontraste en esta situación alguna vez: vas a la escuela, volvés a casa y no sabés qué hacer con tus carpetas, tus apuntes, las fotocopias... y seguramente también te pase que no te acordás de que tenías tarea hasta que un compañero te lo comenta en el recreo o cuando el profe pide que la entreguen en clase.
Cuántas veces habrás entrado en pánico frente a una (aparente pero irreal) montaña de tareas sin saber por dónde empezar o cómo hacer para taclearlas a todas y no perecer en el intento.
Si con frecuencia te encontrás abrumado por tus deberes y sentís que no te alcanza el tiempo para todo lo que hay que hacer, quedate conmigo que quizá algo de lo que te voy a proponer te sirva.
¿Por dónde empezar?
Lo más fácil: usá una agenda.
¡No hace falta que compres nada! No te vuelvas loco tratando de encontrar una agenda especial para estudiante ni que sea cara ni vistosa. Podés usar cualquier cuaderno que tengas por ahí y convertirlo en un bullet journal. ¿No sabés de qué te estoy hablando? Acá te cuento qué es y cómo podés empezar el tuyo propio.
Pero lo que más me importa de este punto es: Anotá todo, incluso aquello que parezca obvio y que pensás que te vas a acordar. Anotá qué tema dio tal profe en este día, qué material de lectura compartió, qué tarea dejó o si te toca investigar sobre algo puntual. ¿Para qué fecha es? ¿Tenés que conseguir algún material para hacer este trabajo? TODO.
Una vez que tengas incorporado este hábito de apuntar, pasamos a cómo hacer las tareas.
El principio de inmediatez
(un arma de doble filo)
Seamos sinceros: todos posponemos la tarea "para después" (yo también lo he hecho), todos hemos dicho "ya lo hago" para olvidar la promesa a los 5 segundos. Sin embargo, al breve alivio de pasar de la tarea le sigue casi enseguida una sensación de malestar. Qué culposo es ese "último" video de Youtube, o ese "último" capítulo de la serie, o el "un nivel más" del Candy Crush (¡uy! ¡qué vieja, eso ya pasó de moda!).
El principio de inmediatez es un método para organizarse sorprendentemente sencillo que ayuda a afrontar y superar la tentación de dejarlo todo "para después".
¡Pero ojo! Que amontonar muchas tareas de golpe también puede ser contraproducente.
¿En qué consiste?
Pues, en eso: hacer las tareas "de inmediato" o, para ser un poquito más realistas, tan pronto como sea posible. Esto significa que en cuanto recibimos una tarea tratemos de dedicarle tiempo en cuanto tengamos un ratito libre.
Dedicar menos tiempo para ganar tiempo
Todas las tareas que sean breves y no requieran demasiado tiempo deben llevarse a cabo de inmediato, es decir, tan pronto como las recibimos. De lo contrario, terminarán apilándose como una bola de nieve y convirtiéndose en una molestia que terminará consumiendo más tiempo del que habría tomado hacerlas desde el principio.
5 ventajas del principio de inmediatez
1. Ahorra tiempo.
2. Te va a hacer sentir que estás consiguiendo lo que te proponés.
3. Vas a conseguir que las pequeñas tareas no se conviertan en grandes dolores de cabeza.
4. Todo lo que nos quitamos de encima de inmediato es algo que ya no podemos olvidar.
5. Mantenemos despejado el escritorio (y la mente).
Las decisiones como base de la inmediatez
Proponete firmemente tomar una decisión inmediata ante cada tarea. ¿La hago ahora? ¿Espero a llegar a casa? ¿Mañana a primera hora?
Una tarea pospuesta y sobre la que no se toma ninguna decisión entorpece el trabajo porque nos hace sentir incómodos, provoca inquietud y puede ser fácilmente olvidada. Tomar una decisión es dar un primer paso hacia la resolución de una tarea (incluso si todavía no te sentás a resolverla).

Las cosas se hacen una vez
"Ojos que no ven..."
Una misma tarea puede pasar tres o cuatro veces por nuestras manos hasta que por fin nos decidimos a hacer algo al respecto. Algunos procesos requieren más tiempo o requieren una atención especial. Y puede pasar que nos encontremos con una tarea que no podamos resolver inmediatamente y por eso tendamos a "dejarla para después". En ese caso, no hay que forzar nada, no trates de meterla a presión en tu agenda. Pero sí, hay que tomar una decisión tan pronto como sea posible. Si no puedo realizarla hoy, entonces ¿cuándo la voy a hacer? Fijar un día y un horario concretos también te sirve para motivarte (y no te olvides de ese premio que te vas a dar cuando la termines).
En resumen:
Cada tarea requiere una decisión de la manera más inmediata posible. De esta forma podrás dar por completado cada proceso y evitarás malgastar tu tiempo o repetir instancias innecesarias de pasos previos.
· Anotá todo en tu agenda.
· Tratá de no posponer nada. Tomá decisiones.
· Establecé un horario concreto para ocuparte de las tareas del día.
· Llevá a cabo directamente cualquier tarea que no precise más de tres minutos para ser completada.
· Es recomendable agrupar tareas que pueden realizarse de manera similar y completarlas en bloque.
· Lo que no puedas hacer de inmediato, asignale un día y horario para hacerlo (tan pronto como sea posible)
· Proponete que las tareas pasen por tus manos una sola vez.
El principio de prioridad
¿Es urgente o importante?
A veces no le dedicamos tiempo a las cosas verdaderamente importantes. En lugar de eso, consumimos un exceso de energía en resolver cuestiones "urgentes" pero quizá no tan importantes.
Por eso es importante aprender a distinguir entre lo importante y lo urgente.
¿Y cómo me doy cuenta?
Ante cuestiones urgentes, solo podemos reaccionar mientras que ante las cosas importantes, actuamos.
¿Cómo? Volvé para atrás, Sol. ¿Qué quiere decir esto?
Que las cosas urgentes por lo general nos toman por sorpresa y tenemos que reaccionar ante ellas y resolver. Sin embargo, frente a lo importante tenemos que tomar decisiones respecto de qué hacer y cómo hacerlo.

Existen diferencias fundamentales entre lo que es urgente y lo .importante.
Las cosas urgentes tienen siempre que ver con las prioridades y los plazos de otras personas, ya que todo debe organizarse en función de criterios ajenos a los propios (y pareciera que todos quieren las cosas hechas para ayer).
Es necesario establecer prioridades
Aplicar el principio de prioridad supone decidir qué tareas son urgentes, cuáles importantes y cuáles son secundarias o menos importantes.
Por eso, debemos esforzarnos en establecer prioridades claras para completar las tareas de manera sistemática y consecuente en el order que determinemos.
No dejes que te abrumen los imprevistos del día a día. No podemos controlarlo todo, pero sí es importante que te fijes objetivos a corto y largo plazo y que te comprometas con lo que decidas hacer.
¿Planes diarios o semanales?
La mayoría de las personas lleva su rutina de manera relajada y reacciona ante las nuevas tareas que se van presentando cada día.
Necesitamos un horizonte más amplio ya que la unidad "día" (24 hs) resulta excesivamente breve y estresante como para planificar bien. La unidad "semana" en cambio (5 días si tomamos sólo los días hábiles) puede darnos lugar a ordenar las tareas fuera del hoy y ofrece la oportunidad de tomarnos el fin de semana como momento de reflexión y planificación para el siguiente período.
De esta manera combinamos el tiempo (días, horas) con nuestros objetivos.
¿Cómo establecer prioridades?
El principio de Pareto establece que dentro de un conjunto, unos pocos elementos acumulan un valor mayor del que les corresponde porcentualmente dentro del total. La regla del 20-80
¿Qué?
Por ejemplo. digamos que le asignamos una hora (60 minutos) a una tarea de diez consignas. Durante los primeros 12 minutos vas a realizar 8 consignas y el resto de la hora vas a estar trabajando en las últimas 2 (o revisando las que te hayan resultado más complicadas).
Por esto es aconsejable que tus momentos de trabajo y concentración no superen los 20 a 25 minutos y que te tomes un descanso de 5 a 10 minutos entre cada intervalo.

En resumen:
· Debemos distinguir entre tareas urgentes y tareas importantes.
· Procurar separar las prioridades de las necesidades del día a día.
· Las tareas mas importantes constituyen la mayoría de nuestros objetivos semanales.
· Tener siempre presente que un 20% de la actividad aporta 80% de los resultados
· Trabajá en intervalos cortos, tomando descansos regulares.
Espero que después de todo esto te sientas un poquito más confiado para abordar tus tareas, que puedas actuar con un plan concreto y no reaccionar tanto a los factores externos, que pocas cosas te tomen por sorpresa (como un examen o las fechas de entrega).
Y para terminar, te dejo un regalito.
Contanos en los comentarios cómo te organizás para estudiar, cuáles son tus fortalezas y debilidades al momento de hacer las tareas.





Comentarios