top of page

Fatiga por toma de decisiones

Actualizado: 6 ene 2022

Hola, soy Sol, publico entradas de blog inconsistentemente y hoy vengo a hablarte de algo que (creo) nos pasa a todos en diferentes momentos de nuestra vida: tomar decisiones… y el agotamiento que viene a raíz de ello.


Pero, primero deberíamos mencionar qué entendemos por tomar decisiones. Quizá algunos lo relacionen con momentos importantes, claves en la vida donde elegimos un camino a seguir y eso nos llevará al punto donde nos encontraremos realizados. Bueno, no todas las decisiones que tomamos son así de significativas, pero más o menos.

ree

Desde que despertamos por la mañana comenzamos a tomar decisiones, algunas conscientes, como qué ropa ponerse o qué desayunar; y otras no, como si lavarnos primero los dientes y luego la cara o viceversa, la mayoría quizá sean triviales y algunas resultarán reversibles y otras, irreversibles (como salir con esos zapatos de gamuza un día en el que llovió torrencialmente y se arruinaron de por vida. No, esto no me pasó a mí. No sé de qué hablan).


Pero sin duda hay algo que no es ajeno a quienes estén leyendo esto y eso es encontrarse, en algún punto del día, agotados por tanto trabajo mental y, aparentemente, incapaces de tomar la siguiente decisión por más sencilla que parezca. Es por eso que hoy quiero hablar de la fatiga por toma de decisiones.


En qué consiste

Pues, justamente, como su nombre lo indica es el estado al que se llega cuando la energía mental para tomar decisiones está completamente drenada y esto conlleva cierta sensación de malestar e incluso un estado de agotamiento mental que no te permite realizar tus tareas o alcanzar tus objetivos personales.


Síntomas de la fatiga por toma de decisiones:

1. Tomar decisiones fáciles con tal de no pensar más.

2. Quedarse con lo conocido antes de explorar nuevas metodologías.

3. Reticencia a hacer compromisos, es decir, no ceder ante ninguna propuesta.

4. Análisis parálisis.

5. Irritabilidad y malestar emocional.

ree

Cómo identificar si estás agotado mentalmente por exceso de decisiones

Si bien la fatiga llega cuando alcanzamos un punto en el que ya nuestro cerebro no da más, se rehúsa a pensar y se niega a tomar una decisión, no es que haya un proceso de agotamiento evidente e identificable con el cual podamos medir en qué instancia nos encontramos. No se trata de estados que se van acumulando, sino que los síntomas pueden manifestarse de forma individual o en conjunto con otros. Por eso es importante aprender a identificar cuándo nos encontramos en alguna de estas situaciones.


1. Te volvés descuidado: Actuás de forma impulsiva y hacés cualquier cosa en lugar de tomarte el tiempo de pensar las consecuencias que pueden acarrear tus decisiones.


2. Preferís quedarte con lo conocido: Te quedás en tu zona de comfort (una pequeña burbuja de familiaridad) y te resistís a la idea de cambiar algo, incluso si fuera evidente que puede ayudarte.


3. Te ves atrapado por la parálisis del análisis: Buscás la solución perfecta e infalible en lugar de tomar la mejor decisión posible, dadas las circunstancias.


4. Hay demasiadas opciones y no sabés cuál elegir: Tantas alternativas pueden agotar a tu cerebro dejándolo corto de energía incluso antes de tomar la primera decisión.


5. Reacciones agresivas: El poder de regulación de tu cerebro se ve debilitado por lo que perdés el control sobre tus emociones.


Con esto en mente, exploremos un poco más en qué consiste cada una de estas situaciones para ver cómo nos afectan a la hora de tomar decisiones.


1. Caer en el instinto antes de pensar y analizar la situación.

Tomar decisiones requiere contemplar varias alternativas y analizar cada una teniendo en cuenta diversos factores. Este proceso puede ser deliberado y abordado de forma activa o estar funcionando en el fondo de tu cerebro pero al fin y al cabo, toda decisión tomada pasa por algún tipo de proceso de descarte. Por ende, si estás agotado mentalmente, no vas a querer siquiera pensar en todas esas posibilidades y tomarás la decisión más fácil o la primera que se te venga a la cabeza.


2. Es más fácil caer en lo que ya conocés cuando explorar lo desconocido requiere cruzar la

línea que separa lo cómodo de lo incómodo.

Decisiones tomadas bajo fatiga o cuando se está mentalmente agotado pueden causar un impacto a futuro. Quedarse en la zona de comfort implicaría:

a, Caer en la falacia del “costo hundido” mientras se ignora qué oportunidades podría

haber más allá de lo experimentado hasta ahora.

ree

b, Ignorar avances tecnológicos o nuevas

tendencias, técnicas, etc. ya que esto

implicaría reevaluar las estrategias usadas

hasta el momento y eso da la idea de pérdida de

tiempo y desperdicio de recursos.


c, Rechazar propuestas que podrían ayudarte a

mejorar tu rendimiento. En otras palabras,

“si no está roto, ¿por qué arreglarlo?”


d, Fallar en valorar cómo el hacer pequeños cambios puede traer grandes ventajas.

Cuando te encontrás en este estado, todo cambio parece radical y que exige demasiado

de tu agotado cerebro como para considerarlo.


3. Tomar una buena decisión requiere combinar y poner en juego conocimientos de diversas áreas, contemplar distintas ideas en conjunto, tratando de mantener el balance adecuado de profundidad y superficialidad hasta llegar a una conclusión entre aquellas que parecen prometedoras.

Cuando tu mente está cansada, te va a resultar difícil procesar información y separar lo que es ruido de las buenas ideas. Esto puede llevar a pensar demasiado las cosas, lo que constituye un ir y venir sobre las ideas pero nunca llegar a darles una dirección o concretarlas en acciones.

La fatiga puede llevar a la obsesión sobre las pequeñas cosas (que quizá siquiera existan), a sacar conclusiones apresuradas o simplemente paralizarse frente al análisis.


4. La fatiga no es siempre por haber tomado demasiadas decisiones, a veces puede ser por encontrarnos con demasiadas opciones y no saber cuál elegir.

Muchas alternativas a una misma cuestión puede causar que se pierdan horas en las que se podría haber aprovechado para hacer algo productivo. Evaluar cuál es la mejor fuente, encontrar el perfecto cuadro conceptual, detenerse en los detalles más mínimos del formato del texto, hacen que a fin de cuentas no hagamos nada importante.


5. Bajo los efectos de la fatiga, la capacidad de tu cerebro de regularse a sí mismo se ve disminuida, por lo que cualquier chispita puede ocasionar una explosión.

Pequeños errores te enfurecen y las discusiones te llevan a ser irracional y reaccionar de forma agresiva. Sin darte cuenta, tu cerebro puede hacer el cambio al atravesar el umbral de muchas decisiones tomadas. ((Si trabajás en equipo y tenés tendencia a liderar puede que esto te pase.))

ree

Cómo superar la fatiga por toma de decisiones

No hay nada que no esté bajo tu control. Podés diseñar un sistema propio que aumente tus chances de tomar una la mejor decisión posible en lugar de que esto signifique exprimir toda tu atención y tu capacidad mental.


Para evitar la fatiga estos son algunos consejos que podrían resultarte útiles:

1. Concentrate sólo en lo esencial

2. Extraé aquello que ronda en tu mente (brain dump)

3. Priorizá (lo más difícil primero)

4. Confiá en tu fuerza de voluntad

5. Sabé cuándo parar


Todas estas prácticas son muy buenas para conocerte mejor y para evaluar cómo funcionan tus procesos y ciclos mentales respecto de la toma de decisiones. Así, luego de implementarlas tendrás una idea mucho más clara de qué medidas tomar para prevenir o superar tu agotamiento mental.


1. Si no controlamos la cantidad de decisiones que tomamos cada cierto tiempo puede que

lleguemos al pico de fatiga mucho antes de lo deseado.

El primer paso para combatir la fatiga es organizarte mejor de manera que priorices lo que necesita ser prioridad y pongas tu energía en hacer lo importante y hacerlo bien. Para esto, obvio que te voy a recomendar que lleves una agenda o, mejor aún, un bullet journal. Para saber qué es y cómo hacer el tuyo, pasate por acá.

2. Identificá esas actividades que se alinean con tus objetivos y aprendé a decirle no a

aquellas que son inconsecuentes.

En relación a esto, elaborá un plan diario de aquello que te gustaría alcanzar hoy. Con esto no tendrás que pensar en qué concentrar tu atención al comienzo del día porque ya estará establecido. Esta práctica te sirve no sólo para comprometerte con tus objetivos sino como un punto de referencia si llegás a distraerte o perder el hilo.

Al no gastar energía decidiendo qué hacer a continuación, evitás la fatiga y liberás espacio y recursos mentales para lidiar con el resto del mundo.

También te ayuda a prestarle más atención a aquello que es verdaderamente urgente, como situaciones inesperadas, desde un mejor estado mental.

Una buena forma de sacarte todo lo que tenés en la cabeza es haciendo un brain dump o utilizando el método de productividad de Eisenhower.

ree

Q1: Urgente e importante = Reducir

Se trata de lidiar con las crisis. Reducir el tiempo dedicado en este cuadrante haciendo más trabajo en el Q2.

Q2: Importante, no urgente = Agendar

Conlleva planificar a futuro mediante pensamiento estratégico. Requiere iniciativa y más dedicación.

Q3: No importante pero urgente = Delegar

Mejora el trabajo en equipo al asignar tareas a este cuadrante. Permitile a tu equipo tomar decisiones de manera independiente.

Q4: No importante y no urgente = Desembrollar (organizar y limpiar)

Eliminá tareas que no se condigan con tus objetivos. Aprendé a decir NO.


3. Atacá primero aquello que represente el mayor desafío, aquello que demanda que tu cerebro procese la información de la mejor manera posible.

Esto lo tratamos en una entrada anterior que podés leer acá. Al priorizar el trabajo que tendrá el mayor impacto positivo, es decir aquel que equipare las exigencias mentales con tu nivel de energía, serás capaz de tomar las mejores decisiones cuando no estés bajo los efectos de la fatiga sino todo lo contrario.

¿Pero, qué hacer cuando no podemos planificar todo?


4. Por mucho que queramos un mundo organizado y bajo nuestro control, a veces las cosas no salen como lo habíamos planeado. A veces te verás forzado a tomar una decisión incluso cuando ya estés agotado. ¿Qué hacer entonces? ¿Evitar tomar una decisión y punto? (sí, problema para el yo del futuro). No, puede que no siempre sea posible evitarlo.

Por eso, creer es poder ( o algo así, más o menos). Pero es cierto que si pensás que no es posible, seguramente falles.

Aquellos que mantienen una actitud positiva y que no consideran la fuerza de voluntad como un recurso limitado suelen obtener mejores resultados.

Esto no significa que nunca vayas a sufrir fatiga por toma de decisiones simplemente por ponerle buena onda. Tomar una decisión tras otra ad infinitum agota a cualquiera.

Forzarte a tomar decisiones en un momento de fatiga puede incluso empeorar las cosas, por eso es importante…


5. Saber cuándo parar.

Aprendé de tus decisiones pasadas, identificá patrones basados en tus mejores y peores decisiones e incorporalas en tu planificación. Si solés estar agotado para media tarde, dejá la toma de decisiones para un momento en el que tu cerebro esté en mejores condiciones como luego del desayuno o antes de las 7am (o el horario que te parezca más adecuado).

Al saber cuándo trabajás mejor y cuándo estás físicamente presente pero tu mente se fue a dar un paseo podés incluir esto en tu proceso de organización.

ree

En resumen:

Para prevenir la fatiga mental es importante pasar por un proceso de exploración y autoconocimiento, de esta manera podés identificar los síntomas de la fatiga como la impulsividad, quedarse con lo conocido, no ceder ante nuevas propuestas, paralizarse ante las múltiples posibilidades o simplemente estar irritados y confrontacionales.


Por eso es importante tomar las riendas de tu vida, organizarte de manera que no dejes a tu mente entrar en piloto automático, sino concentrarte en lo esencial, sacar todo lo que ocupe tu mente, priorizar, planificar, confiar en tu fuerza de voluntad y sobre todo, saber cuándo parar.

Si llegaste hasta acá, gracias por leer, espero que con la exploración de este tema puedas abordar alguna de las cuestiones descritas y aplicar los consejitos dados para mejorar tu rendimiento. Contame en los comentarios qué te causa fatiga mental o si alguna vez experimentaste este sentimiento de fatiga por tomar demasiadas decisiones.


¡Hasta la próxima entrega!

Comentarios


Quieres conocer todas nuestras novedades?

No te pierdas ninguna actualización

  • Discord
  • Icono social Instagram
  • Negro Facebook Icono
  • Negro del icono de YouTube
bottom of page